DESEOS

¿Crees que la vida te ha tratado mal? ¿Crees que la vida es quien manda tu camino y tiene las riendas de tus decisiones? Estas equivocado tu eres quien ha tratado mal a la vida, tu vida, por ti mismo estas aquí en la tierra, por ti mismo has elegido tomar algún camino, algún destino, ¡nadie más!. Eres tú y solo tú el dueño sobre ti. Tu abogado y tu acusador. Tus ojos no ven el día al amanecer, tú eres el día, no hay un mundo por explorar afuera, tú eres el mundo desde dentro y sería bueno que exploraras un poco por los senderos de tus interiores.
Hoy es el momento, hoy es el día perfecto para rascar dentro de ti y descubrir nuevas cosas. Todas las respuestas a las preguntas que cientos de veces de has formulado; ¿por qué no soy feliz?, ¿Por qué las personas no se sienten bien a mi lado? ¿Por qué no soy rico? ¿Por qué soy pobre?... lo sé al igual que tu, las preguntas nunca terminan, siempre hay un porque detrás y delante de uno ya formulado. No te sientas mal por tener varios de ellos rondando por tu cabeza. Es parte del ser humano, no podríamos cambiarlo nunca, pero lo que si podríamos hacer es aceptar, así como las plumas de ganso a la caída aceptan y se deslizan lentamente, así como el río acepta que tiene que llegar al mar y crear una fusión, como la luna acepta que debe salir después del sol.
No busques respuestas que no encontraras nunca. Acepta que existes por la simple razón de que debes cumplir un gran propósito en la vida, ¿Qué propósito? ¡Te preguntaras! Pues bien al pasar el tiempo, al pasar tus experiencias día a día si te mantienes consciente de que es lo que quieres descubrirás cuál es tu gran propósito en la vida y tenlo por seguro que te sentirás mejor que nunca.
¿Por que sufrimos tanto para lograr lo que queremos? Desde el momento en que vemos los fracasos como sufrimientos vamos por mal camino. El fracaso no es más que un cambio de camino. Las oportunidades siempre están visibles para nosotros, ellas andan por doquier incluso gritándonos que les tomemos en cuanta; muchos de nosotros ni siquiera sabemos que es una oportunidad, otros no las oímos ya que nos mantenemos sordos creyendo otras cosas o bien, somos zombis a nuestras rutinas. Y muchos más las tomamos con el corazón en la mano aun sabiendo que estas no siempre serán lo que pensábamos. Pueden elevar nuestro deslumbro y ser más de lo que habíamos querido o terminar siendo algo que no es de nuestro agrado. Que no sean de nuestro agrado no significa que dejen de ser oportunidades, en realidad si lo son solo que no es lo nuestro, no es la oportunidad que nos corresponde pero que a otro si les puede servir.
Lo que yo te sugiero es que cuando estés enfrente de una oportunidad sientas bien si es que la quieres tomar o no, deja que esa oportunidad que está enfrente de ti entre hasta el fondo de tu ser y al igual tu explora dentro de ella y si es que crees que es lo correcto adelante con una sonrisa y no la dejes ir. Si en dado caso llega a ser algo que no te corresponde déjala fuera de ti, aléjate y piensa en otra oportunidad, esta vendrá más pronto de lo que te imaginas.
Para quedar claro con lo que te estoy diciendo quiero rectificar que no estoy hablando de oportunidades de dinero solamente, hablo de todo en general. No todos queremos dinero. Muchos solo queremos despertar o pasear a orillas del mar y ver el ocaso. No todas las personas del mundo quieren dinero, no todos quieren ser ricos materialmente. Busca tu riqueza espiritual, encuéntrala, si es que te llegas a topar con ella todo lo demás vendrá a ti.

DESPERTAR

Se experimenta tanto en la vida que no se comprende del todo cual es el fin, y si es que hay uno.
Tal vez estemos, ¡ahora! Solo en ceros y todos o algunos giramos dentro de ese cero, otros tal vez ya estén fuera del círculo andando sin forma redonda.
Me he dado cuenta que los idiomas en general son limitantes, podemos ser de cualquier parte del mundo y vernos algunos blancos, negros, orientales, etc. Cambian los idiomas y las razas pero no cambia nada más realmente no hablamos el lenguaje del universo.
¡Tiempo! ¿Qué es? Solo la administración de medida para días y noches, para medir el ciclo del cuerpo físico cual envejece. ¿Qué hay después del cuerpo? ¡Ya no hay tiempo! La verdad es que nunca ha existido, no existirá jamás.
El alma alcanza la máxima sabiduría en vidas vividas pero no envejece, no muere. El alma es energía “No se crea ni se destruye, solo se transforma” y es así como sucede en los niveles del alma; va transformando o bien ocupando formas para habitar el plano en el que se encuentra. El alma se adapta según el nivel. No se puede estar en el primer plano y saltar al tercero o cuarto sin antes cruzar al segundo y la mayor incertidumbre es donde es que esta ese segundo o tercero…el alma dentro de la primer vida solo es un fragmento del máximo creador, cual fragmento ira incrementándose según su sabiduría.
La muerte, a lo que llamamos muerte solo es brinco de nivel, el espíritu (alma) al creer haber superado su nivel de sabiduría sobre esta tierra se alista para cruzar a la siguiente dimensión. No volvemos a este mundo de carne pero si se irá a la siguiente escuela.
¡Escuela! La vida en sí, el proceso al cual llamamos vida es una escuela en la cual se aprende a nacer cada día, al desarrollar todos nuestros sentidos, incrementar el amor y desprender todo sentimiento y acción que se vuelve negación.
Ahora me doy cuenta que si mas te acercas a descubrir el camino que se expande y pocos vemos, se desarrollan tus sentidos; tu oído se vuelve más profundo y sereno. Tu voz es más calmada y permite tu expresión abierta. La vista atraviesa muros y ve aun con los ojos cerrados. Y tu cuerpo, su movimiento y desliz inunda todo tu espacio y habla de mil formas tanto que incluso no es necesario decir alguna palabra.
Nuestro cuerpo es nuestro plano físico y el más importante para vivir aquí, cuida tu cuerpo, dale lo que en realidad se merece; amalo, consiéntelo, cuídalo… es tuyo y tu de él. Podemos estar en paz con nuestro cuerpo y andar con el alma sobre la bella vida y respetar todo en ella.

AUSENCIA

AUSENCIA 8 febrero 2009

Son en silencios los momentos que se quedan al día.

Lloro detrás de la ausencia

Que en el gris del cielo se escribe tu nombre

Esa ausencia que llega de cabecilla como general de ejército

Tan uniforme y seria, fría, angustiante.

Llevo esa falta que me insinúa mi lenta aparición

El adiós que aguardó mi boca y el río que libera mi alma

Cuando mis ojos, al ver que tu cuerpo yace inmóvil.

Ahora se nutrirá la tierra

Con el polvo que esparcirás

Mientras yo contemplo en los recuerdos

Ese tan único mirar.

Ya nada se disfraza y el sol en fin encuentra su lugar

El gris en el azul desaparece

Cuando aun en mis adentros

Puedo oír tu alegría,

el brillo que como día era una sorpresa

Y todo eso que trague y no fue contigo.

Quedo impotente a la ausencia marcada

Y a la despedida faltante

Pues es mi grito al aire

El que espera volver a encontrarte.

Araly Aguirre

16 de noviembre del 96


Un pequeño de tan solo 8 años de edad murió un sábado de invierno exactamente a las 8 horas con 15 minutos de una enfermedad terminal, tuberculosis. Según dicen los doctores, hicieron todo lo posible pero la enfermedad ya era muy extensa.

Era una noche de frío interminable una noche oscura y triste, triste para los familiares que aguardaban en la sala de espera. En algunos minutos los doctores llegarían con nuevas noticias.
De pronto un silencio profundo envolvió todo el cuarto…

La madre del pequeño Luis entró corriendo a la habitación,
ya era tarde, tarde para el cuerpo sobre la tierra.
Lo tomó entre sus brazos y le cantó una corta canción de cuna como si se estuviese tratando de un Bebé.
Lo arrullaba y acariciaba, al mismo tiempo que llevaba sus mejillas a los labios de ella.
Después de un rato le dijo en voz baja.

Talvez te retrases, talvez sea largo el camino, o quizás no veas a Dios
Pero se que en un momento después de esta vida, después de esta carne que nos condena y nos hace felices; te encontraré contento, y caminaremos juntos tomados de las manos por las calles futuras de la siguiente vida.

Mayo 13: Encontré un jardin de gardenias antes de ver a papá

El tiempo era algo olvidadizo entonces, ese día fue uno de muchos otros donde deja de recordarme.

Las calles iban repletas de gente y gente sobre esta misma gente, niños, señores, ancianos. Cuerpos rodantes que andaban y andaban talvez con intención.
Yo iba entre ellos, viendo vagabundos pidiendo limosnas, viendo como el cielo se despejaba de las nubes casi negras.
Mi andar era alegre y mi cuerpo se movía justo como si estuviese girando y girando en una ruleta sin parada.
Todo era perfecto, me encontraba en el punto exacto
-pero había algo raro en mis pies,
-ellos me llevaban a donde yo no iba,
-primero caminaban despacio,
-luego corrían como si buscarán algo,
¡Como si mis pies olieran!,

De pronto mi nariz lo percibió, ahora ella también lo sabía.
Ya no me encontraba entre la muchedumbre, ya no iba hacia el mismo lugar,
-empecé a sentir frío.
¡OH no!,
-esto si que era helado
-me abrigué con la chamarra verde que llevaba en la mano izquierda
y seguí mis pasos.

Por mis expectativas me encontraba aun en Monterrey, justo en la avenida Villagran, no podía creer lo que mis ojos veían, esta justo en la casa más hermosa con la que había soñado desde que la vi un día cualquiera arriba de un autobús cualquiera.
Era más grande que dos casas juntas,
-Y hablo de dos casas castillo.
Tenía tejado real y chimenea, alcoba, desván, enredaderas que cubrían mayor parte del frente, despejando un poco las ventanas. También tenía una habitación en el segundo piso que en vez de tener paredes tenia vidrios y esto hacia que todo se viera hacia fuera, era como un lugar de lectura y meditación, era alegre y silencioso.
Se veía vieja, oscura, con manchas en todo su contorno pero esta vista la hacía aun más valiosa para mí.
¡Dios!,
-debí traerme guantes,
-empezaba a sentirme realmente fría,
-como muerta.




Por fin, entre en aquella inmensidad que de cierta forma ya me esperaba. Bueno al menos eso creí yo. Era tal y como yo la imaginaba por dentro, toda una reliquia, como un museo. Alfombras, cuadros, espejos altos, mil habitaciones y soledad.
Me pase horas admirando aquel lugar que más y más me atrapaba en éxtasis, me sentí verdaderamente consumida.

Una luz muy grande me impactó, era justamente por el pasillo que daba al patio trasero, una puerta de madera y cristal se abrió ante mí, haciéndome perder por un instante la vista ante tremenda luz.
-Me tomó,
-fui hacía ella,
-sentí más frío y más…




De pronto todo se calmó un poco, dejándome abrir lo ojos,
el frío terminó ahí,
la inmensa luz era el frío y lo que mis ojos veían no podía haber sobrevivido a una helada así.
Era un jardín, un jardín repleto de gardenias. Sentí como tal aroma me hacía respira mejor, ese perfume entró en mí llenándome de paz y amor,
solo esta yo ahí, ¡Que ironía!
Como era posible que nadie más viera lo que yo veía.
Fue como si el mundo hubiese dejado de andar,
-era como si yo solo vivía.

Me tire y rodee entre el césped verde, me grabe entre las gardenias, jugué, canté, reí.
Era como una ilusión que nunca acaba, que nunca se va.
Todo era para mí y yo al igual era para todo aquello que me respiraba.

Eran cientos y cientos de gardenias blancas, aves cantando,
¡el cielo era más azul!
era la esencia que tanto podemos imaginar, la esencia que nunca volví a tener.
se que el tiempo se detenía en ese lugar, se que la brisa me imaginaba y yo pude sentirme en ella. La vida comenzó, la vida desapareció, morí, viví, ahora no lo se.
No se como pude salir puesto que nunca quise. Hoy se que no quiero.

Cuando el mundo se detiene ante ti y solo caminas y te detienes a ver lo hermoso que es respirar aire limpio, la vida termina, tu cuerpo deja de sentirse mal.
sientes como tu piel se va llenado de paz y más paz.


Y vuelve ese lejano pariente del olvido…

Recuerdo que era aun de día y que el día seguía siendo día, nunca se obscureció el cielo, pero ya era tarde para mí, era suficiente, fue como una eternidad estar en esa libertad.

Salí por la misma puerta de cristal que daba al mismo pasillo de luz y corrí hacia la calle sin mirar a tras, sabia que si volteaba podría volver y quedarme ahí para siempre.

Eran las 6 de la tarde, hice parada y subí, llegué a casa, no había nadie ni mamá ni papa. ¡Nadie!
Sonó el teléfono,
-contesté, era mi hermana,
-lloró y me pasó a mi madre,
-ella también lloró.
Dentro de mi algo se partió, me rompí desde lo más profundo de mi ser y caí al suelo.
Ahora no era fascinante que el mundo se detuviera para que yo estuviese en calma.

Mi padre había muerto dos días después del jardín, el 15 de mayo del 2020
-yo no entendía,
-colgué,
Encontré un calendario puesto en la pared de la cocina de mamá, vi que era 13 de enero del 2023.
Yo había desaparecido tres años.





Escrito por: Araly Aguirre